
L economista que hace abstracción de las relaciones de poder es un perfecto inútil. Rafael Correa, presidente de Ecuador desde 2007, acabó su conferencia de casi dos horas de duración en el Paraninfo de la Universidad Pablo de Olavide con esa frase de John Kenneth Galbraith.
Le pusieron una alfombra roja, aunque al final de su intervención, entre vítores y empujones, salió por una puerta lateral. Su presencia despertó gran expectación: llenó el salón de actos del Paraninfo, las salas adyacentes habilitadas con monitores de televisión, sino que hubo gente que se quedó fuera y aunque no escuchaban lo que decía lo aclamaban sin cesar: "Que salga Correa".
De visitas anteriores a España, conocía Madrid y Toledo, amén de una escala técnica en España de regreso de una gira por Turquía, pero es su primera estancia en Andalucía, de la que conoce el dato del 30% de parados. En el segundo centenario de la Constitución de Cádiz, conmemoración que le lleva a la Cumbre de Cádiz, la nueva Constitución de su país en 2008 "desmontó el neoliberalismo".
Una salida ecuatoriana a la crisis de la deuda. "No vengo a dar consejos a quien no me los ha pedido", dijo este político que procede del mundo académico: estudió en Illinois y fue profesor en la Universidad de San Francisco de Quito. Crisis y deuda, las dos palabras que más suenan en el país anfitrión. Palabras por las que sus compatriotas pasaron en muchas ocasiones. "Estamos curados de espantos, hemos vivido de crisis en crisis. Cuando nos independizamos, nos financió el imperio británico, el rival del imperio español, y terminamos de pagar la deuda en los años setenta".
Se sentía como en casa. En esta Universidad se han doctorado numerosos alumnos ecuatorianos, incluidas la ministra de Justicia y el embajador de su país en Colombia. Su conferencia fue una lección magistral en la que tuvieron protagonismo esos ecuatorianos que se incorporaron al paisanaje de nuestro país. "Ecuador no es un país de tradición migratoria. Lo único que consiguió exportar el fundamentalismo neoliberal en la crisis de 1999 fue seres humanos. Eso produjo el drama social y humano de cantones de mi país donde un 65% de los niños se criaron sin sus padres. Les estamos muy agradecidos. Las remesas de su trabajo en tantos países sirvió para salir de la crisis, mucho más que los ingresos del petróleo".
La Olavide colaboró en un proyecto científico en las islas Galápagos, de titularidad ecuatoriana, donde Darwin elaboró la teoría de la evolución de la especie. Tercer país del mundo en número de anfibios, cuarto en número de aves, quinto en diversidad de mariposas, octavo en reptiles. A esas estadísticas, Correa añadió que ha alcanzado el salario real más alto de su historia y los índices de desempleo más bajo. "Con lo exigentes que las agencias de calificación son con los gobiernos progresistas, me va a costar mi prestigio que hayamos mejorado en la calificación de la deuda".
Después de ser ministro de Economía y Finanzas, una de sus primeras decisiones cuando tomó posesión como presidente fue expulsar al representante del Banco Mundial. Dice que de socializar las pérdidas, su país ha pasado a socializar las ganancias "y se rasgan las vestiduras". Recibió sonora ovación cuando dijo que en Ecuador se anticiparon "a los indignados". Epíteto que allí cobró fortuna con un nombre que después recordó en el turno de preguntas el catedrático de Economía Juan Torres. "Salgo con ganas de convertirme en forajido".
Recordó una frase leída en un balcón de Sevilla camino de la cita universitaria. "Gente sin casas y casas sin gente". "Quiero ser respetuoso con su Gobierno, Rajoy no tiene la culpa, pero en mi país es inadmisible que alguien se suicide porque le quiten la casa". Para Correa, los fanfarrones con los que se hacen sus compatriotas tirabuzones son los tecnócratas, la burocracia internacional. Con Obama reelegido, no ve diferencias entre republicanos y demócratas. Critica la conversión del ser humano en mercancía con una frase "que no es de Marx ni de Mao, es de Juan Pablo II".

No hay comentarios:
Publicar un comentario