Shanghai. Un terremotode 7.0 grados de magnitud sacudió el sábado una zona montañosa de la provincia de Sichuan en China, a menos de 160 kilómetros de la capital provincial de Chengdu, el cual mató a al menos 179 personas, hirió a miles de personas más y dejó a decenas de miles de personas sin hogar.
El premier, Li Keqiang, se apresuró a visitar la provincia mientras las tropas chinas escarbaban entre las ruinas para tratar de rescatar a las personas atrapadas en los edificios derrumbados. El terremoto ocurrió a las 8:02 de la mañana hora de Beijing y el epicentro fue ubicado a sólo 13 kilómetros debajo de la superficie en el condado de Ya’an, hogar de cerca de 1.5 millones de personas.
La Dirección de Terremotos de China informó que por lo menos 179 personas habían muerto y más de 6,700 resultaron heridas. Por lo menos 96 personas perdieron la vida en Lushan, y en la jurisdicción de Ya’an, sede administrativa de Lushan, se reportaron 19 desaparecidos, informaron las autoridades.
Las réplicas sacudieron la zona durante horas, dos de ellas con una magnitud de 5 grados. La televisión estatal reprodujo imágenes de las cámaras de seguridad cuando se produjo el terremoto, que muestran a los aterrorizados residentes tropezando por las escaleras de los edificios y evacuando hospitales y tiendas hacia la calle, donde muchos se pernoctaron por miedo a que los edificios se derrumbaran.
El sismo ocurrió a 240 kilómetros de Wenchuan, donde un sismo en mayo del 2008 dejó a 87,000 personas muertas o desaparecidas. Dicho desastre provocó la indignación generalizada entre los chinos, que estaban enojados porque la mala calidad en la construcción de edificios, sobre todo de las escuelas del gobierno, había contribuido al derrumbe de los edificios y las muertes innecesarias de muchos niños.
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